Siempre he sido una persona que ha disfrutado creando sus propios complementos en base a elementos naturales, combinando, a la vez, originalidad e innovación.
Ya en mi niñez creaba piezas iguales a las mias para que fueran lucidas por mis amigas, utilizando los medios que encontraba a mi alcance, cuya escasez suplía con buenas dosis de ingenio.
A medida que iba desarrollando la labor diseñadora, entendía lo importante que ésta resultaba para mi, y buscaba la mejora y perfeccionamiento de las técnicas utilizadas. No resulta sencillo explicar lo fascinante que llega a resultar el poder plasmar en la realidad las ideas que rondan por tu cabeza.
Un complemento, por sencillo que parezca, puede cambiar radicalmente el estilo de una prenda de vestir, respetando la personalidad de su portador, al mismo tiempo que realza su elegancia.